La universidad de Valladolid abarca prácticamente todas las ramas de estudio que existen, y por lo tanto cuenta con muchas facultades y escuelas. Acostumbrada a esto, con todos los centros dispersos por la ciudad, llegar a un campus como el de Gijón, que cuenta con (espero no equivocarme) cuatro escuelas, ¡es cuanto menos impresionante!
Si cuando ibais a entrar en la universidad soñabais con un campus universitario como el de las películas, con sus enormes jardines, con sus hermandades, con sus centros todos concentrados en el mismo sitio…probablemente os llevaríais una desilusión al ver la realidad española. Aquí no hay hermandades, como mucho residencias universitarias (aunque algunas pueden parecerse sorprendentemente jaja); y os aseguro que el campus de Valladolid no se parece a los de American Pie, ni por asomo. De hecho, lo más parecido a un campus puede ser el de industriales y económicas con el aulario, con mas vida en sus jardines por parte de los dueños de perros y mayores de 60 que por parte de los estudiantes…y el nuevo Miguel Delibes, con todo el suelo levantado, grandes charcos debidos a hundimientos y maravillas de la arquitectura en su biblioteca entre otras peculiaridades.
Sin embargo, el de Gijón, según lo ves, da otra impresión. Con un paseo de 1.5 Km desde un extremo del campus al otro, dos aularios, dos edificios departamentales, un edificio polivalente, varias cafeterías, parking de sobra, pistas deportivas, ¡y muchísimo verde! Hay explanadas enteras de césped, jardines con bancos, e incluso atraviesan al campus unos senderos para hacer rutas en bici o paseando y un río. ¡Ah! Y la imponente torre de La Laboral al fondo, que quieras que no, le confiere cierto encanto a mayores al paisaje.
Y por si fuera poco shock, mi nuevo campus cuenta con comedor para los estudiantes que quieran llevarse su propia comida, con cocina incluida que dispone de microondas, y con ofertas en latas de Pepsi (¡sólo 40 céntimos! ¡es que ni en el supermercado!). Seguro que más universidades cuentan con algo así, pero hasta ahora los microondas del campus Miguel Delibes estaban en la cafetería de magisterio, con sus problemas de mesas, sus colas y su obligación de consumición; o en la delegación de alumnos de teleco e informática, que luego te tenías que buscar dónde irte a comer, y eso si es que sabías que ese microondas existía.
Lo dicho, os dejo disfrutando con las instantáneas del verde campus de Gijón.